El capítulo 28 trata sobre la “sabiduría” y señala que es inalcanzable para el ser humano. Existe una gran diferencia entre la sabiduría humana y la divina, pero no tenemos que rebajar la sabiduría humana para magnificar la sabiduría de Dios. Muchos comentaristas sostienen que fue añadido posteriormente. Esta poesía parece extraña viniendo de Job, ya que es sólo después que Dios le ha hablado extensamente (capítulos 38–41) que llega a aceptar estas ideas (Job 42:3).
La poesía comienza con un himno de alabanza al ingenio de la humanidad, destacando la habilidad del minero (vs. 1–6). Esta capacidad supera a la de los pájaros y animales (vs. 7-8). La fuerza humana, que demuestra su gran poder en el pedernal, en los montes, bajo la tierra y en los arroyos, debe ser aplaudida (vs. 9-11).
A pesar de tener grandes conocimientos, el hombre no puede encontrar la auténtica sabiduría (Job 28:12). Existe algo más en la sabiduría que la extraordinaria habilidad del minero, del ingeniero o del científico.
En los vs. 12–28 resulta claro que la “sabiduría” que no puede ser hallada por el hecho de buscarla es algo diferente de la llamada sabiduría humana. El texto no nos dice inmediatamente lo que quiere significar sino que avanza hacia un clímax que va mostrando más y más la imposibilidad de obtener esta sabiduría. Su lugar es desconocido (v. 12), y también lo es el camino para llegar a ella (v. 13); no puede ser cambiada, ni comprada, ni comparada con oro o plata o piedras preciosas (vs. 15–19). El mundo mismo no sabe dónde puede ser encontrada (v. 14). Aun los poderes de “Abadón” (sinónimo para Seol) y la “Muerte” apenas la conocen como un rumor (v. 22). Pero Dios la conoce totalmente (v. 23); porque es su propia sabiduría la que utilizó para la creación (vs. 24–27).
Los versículos casi idénticos | |
Versículo 20 | Versículo 12 |
Versículos 21y22 | Versículos 13 y 14 |
Este conocimiento sobrenatural del universo y su propósito y las leyes que lo rigen es inaccesible a los humanos. Por otra parte, lo que ha sido dado a los seres humanos es otro tipo de sabiduría, una que es más manejable y practicable. Es una sabiduría que consiste en el hacer: Temer al Señor, o sea la auténtica religión, y apartarse del mal (v. 28) es lo que constituye la sabiduría para los humanos. El último versículo (Job 28:28) viene a ser uno de los momentos de máximo clímax de todo el libro. Sirve también de eslabón opuesto a los tres capítulos siguientes.
Punto de reflexión
El verdadero sabio es quien tiene su vida centrada en la voluntad de Dios, no en sí mismo. Un hombre en adecuada relación con su Creador, adorándole en espíritu y en verdad, sirviéndole, obedeciéndole, es un verdadero sabio. ¡Esto es poseer la sabiduría y el conocimiento verdadero!